Una de las películas preferidas de este "site" recibe el galardón de Película de la semana para Manu´s site: Una casa de locos.
Sinopsis: Xavier (Romain Duris) es un joven francés que llega a Barcelona para estudiar un año en la universidad con a una beca Erasmus. Una vez allí, decide compartir piso con otros seis estudiantes extranjeros de lo más pintoresco, que han concurrido en en la ciudad gracias a las becas de movilidad. En casa, le esperan su novia de toda la vida y un trabajo que ha conseguido por enchufe y no termina de interesarle...
Si existe un fiel retrato de la realidad de los Erasmus europeos, Una casa de locos es sin lugar a dudas el mejor de los que podemos encontrar en la cinematografía actual. Si realizamos un cóctel en el que mezclamos por partes iguales drama y comedia obtendremos un perfecto resultado que puede llegar a convertirse en una pieza indispensable para la cinematografía juvenil europea.
Bautizada en francés como L'auberge espagnole o Euro pudding, el largometraje nos presenta a un personaje que vive una profunda encrucijada en su vida. La falta de realización personal no es sólo el único problema que arrastra desde su más tierna infancia, sino que la desidia en la que ha caido su vida como consecuencia de la indiferencia que hacia él le prestan sus progenitores y por el carácter posesivo de su novia han hecho de su vida un auténtico poema del desahucio existencial. Afortunadamente el protagonista, interpretado por el galo Romain Duris, logra encontrar una inesperada válvula de escape en una estancia durante un curso universitario en una de las ciudades más cosmopolitas del planeta: Barcelona. Y a partir de ahí el renacimiento es tal que su nuevo yo conformará su recién creada nueva existencia para siempre.
La idea de la resurrección de una persona como consecuencia de una experiencia rompedora es la esencia que se haya tras la película, por no olvidar la de que somos lo que llevamos con nosotros realmente: nuestro ser más íntimo. El resto es prescindible.
Una Europa resumida en un piso de estudiantes provinientes de distintos puntos del continente es uno de los mayores aciertos de la producción francesa. Los grandes contrastes culturales, sociales y políticos se hacen hueco en la historia, dejando entrever que en muchas ocasiones los clichés son para muchos más importantes que el mero conocimiento de la realidad empírica. Y si todo ello lo centramos en el marco de una de las ciudades más peculiares del panorama mundial resulta una propuesta sumamente interesante.
No os la perdais.
Valoración: 7.
Pros: muy evocadora y bastante divertida. Una de esas películas entretenidas que no deben de faltar en el recuerdo de un cinéfilo de a pie.
Contras: quizá algo corta. Pasa determinados pasajes de la historia de una forma muy poco intensa. Se hubiese agradecido quizá una mayor profundidad en la vida de cada uno de los personajes principales, sobretodo en el del caso de Xavier.
Curiosidades: para la elección de todos y cada uno de los personajes de la trama se llevó a cabo un minucioso cásting. Cuenta el director de la cinta que con Una casa de locos intentó rememorar algunos de los momentos que éste vivió durante su estancia como estudiante extranjero en la ciudad de Nueva York.
Sinopsis: Xavier (Romain Duris) es un joven francés que llega a Barcelona para estudiar un año en la universidad con a una beca Erasmus. Una vez allí, decide compartir piso con otros seis estudiantes extranjeros de lo más pintoresco, que han concurrido en en la ciudad gracias a las becas de movilidad. En casa, le esperan su novia de toda la vida y un trabajo que ha conseguido por enchufe y no termina de interesarle...
Si existe un fiel retrato de la realidad de los Erasmus europeos, Una casa de locos es sin lugar a dudas el mejor de los que podemos encontrar en la cinematografía actual. Si realizamos un cóctel en el que mezclamos por partes iguales drama y comedia obtendremos un perfecto resultado que puede llegar a convertirse en una pieza indispensable para la cinematografía juvenil europea.
Bautizada en francés como L'auberge espagnole o Euro pudding, el largometraje nos presenta a un personaje que vive una profunda encrucijada en su vida. La falta de realización personal no es sólo el único problema que arrastra desde su más tierna infancia, sino que la desidia en la que ha caido su vida como consecuencia de la indiferencia que hacia él le prestan sus progenitores y por el carácter posesivo de su novia han hecho de su vida un auténtico poema del desahucio existencial. Afortunadamente el protagonista, interpretado por el galo Romain Duris, logra encontrar una inesperada válvula de escape en una estancia durante un curso universitario en una de las ciudades más cosmopolitas del planeta: Barcelona. Y a partir de ahí el renacimiento es tal que su nuevo yo conformará su recién creada nueva existencia para siempre.
La idea de la resurrección de una persona como consecuencia de una experiencia rompedora es la esencia que se haya tras la película, por no olvidar la de que somos lo que llevamos con nosotros realmente: nuestro ser más íntimo. El resto es prescindible.
Una Europa resumida en un piso de estudiantes provinientes de distintos puntos del continente es uno de los mayores aciertos de la producción francesa. Los grandes contrastes culturales, sociales y políticos se hacen hueco en la historia, dejando entrever que en muchas ocasiones los clichés son para muchos más importantes que el mero conocimiento de la realidad empírica. Y si todo ello lo centramos en el marco de una de las ciudades más peculiares del panorama mundial resulta una propuesta sumamente interesante.
No os la perdais.
Valoración: 7.
Pros: muy evocadora y bastante divertida. Una de esas películas entretenidas que no deben de faltar en el recuerdo de un cinéfilo de a pie.
Contras: quizá algo corta. Pasa determinados pasajes de la historia de una forma muy poco intensa. Se hubiese agradecido quizá una mayor profundidad en la vida de cada uno de los personajes principales, sobretodo en el del caso de Xavier.
Curiosidades: para la elección de todos y cada uno de los personajes de la trama se llevó a cabo un minucioso cásting. Cuenta el director de la cinta que con Una casa de locos intentó rememorar algunos de los momentos que éste vivió durante su estancia como estudiante extranjero en la ciudad de Nueva York.
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