Cuando Al Pacino estrena película es de obligado cumplimiento el acudir a los cines para disfrutar de las dotes interpretativas de uno de los más "grandes" de la historia del séptimo arte; en el caso que nos respecta, el film es 88 minutos, estrenada el pasado miércoles con guisos de querer hacer taquilla durante el "puente" de Mayo.
Sinopsis: Jack Gramm (Al Pacino), un profesor universitario, que también trabaja de psiquiatra forense para el FBI, recibe una amenaza de muerte telefónica en la que se le avisa de que le quedan 88 minutos de vida. Para salvarse Jack debe de hacer uso de todas sus habilidades y entrenamiento para acercarse cada vez más a los posibles sospechosos, entre los que figuran un alumno disgustado, una antigua amante a quien abandonó y un asesino en serie que ya se encuentra en el corredor de la muerte.
Con un espíritu profundamente crítico cabe decir que el gran mérito de la película en cuestión es el de lo que se vende como un thriller es en realidad una película en muchos pasajes completamente pírrica. Un thriller por definición es sinónimo de tensión e intriga, elementos que brillan por su ausencia en 88 minutos. Cuesta realmente creer que un actor de la talla de Al Pacino se prestase a interpretar el papel protagonista.
El film está ambientado en la ciudad de Seattle, ciudad no muy común para focalizar la acción de un largometraje, aunque cuna de una de las mejores series televisivas de los últimos años: Frasier.
La batuta recae en el neoyorquino Jon Avnet, que volverá a dirigir a Pacino y a Robert De Niro en Righteous Kill, y que es conocido por algunos por ser el artífice Tomates verdes fritos. Completan el "cast" un elenco de actrices, entres las que destacan la joven Leelee Sobieski y la ya veterana Deborah Kara Unger.
Una película de suspense muy descafeinada y de poco alcance. Totalmente prescindible.
Valoración: 6.
Pros: la presencia de Al Pacino es lo más interesante de la película, y ya por ello vale la pena desembolsar el dinero que cuesta la entrada para verla.
Contras: no es un thriller al uso; de hecho no es ni un intento de serlo. Particularmente lenta y carente de interés a pesar de que su campaña publicitaria nos la vende como un buen film.
Curiosidades: la duración del metraje a partir de la llamada amenazante inicial, como no podía ser de otra forma, es de exactamente 88 minutos. Leelee Sobieski, una de las actrices del reparto, tiene la curiosa afición de coleccionar mechones de pelo de todos los actores y actrices con los que ha trabajado; sin embargo Tom Cruise, con quien trabajó en Eyes wide shut, se negó a formar parte de ese grupo no cediéndole uno suyo. Uno de los carteles de promoción de la película (exactamente el que encabeza ésta entrada) es prácticamente un calco del de Scarface, con idéntico actor también de protagonista (http://manuelabella.blogspot.com/2007/10/pelcula-de-la-semana-el-precio-del.html).
1 comentario:
Una película obviable. Es, además, muy confusa pero no porque tenga un guión complicado, sino porque es un guión que está pesimamente estructurado. Gary Scott Thompson se lo tendría que mirar. Una cosa es escribir capítulos de la serie "Las Vegas", donde el argumento no tiene importancia, estas pendiente de otras cosas como es el desfile constante de monumentos como "Delinda Deline". En el cine hay que elevar más el listón, Gary.
Sino fuera por Al Pacino, esta película no la iba a ver ni el propio Jon Avnet.
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