Ronaldo ha tocado fondo. El que fuera antaño considera como el mejor futbolista del planeta se encuentra sumido en una profunda depresión tras descubrirse un episodio datado el pasado día 29 de abril y que marcará, como él mismo ha señalado, su existencia de por vida: el ya conocido como el "incidente de los travestis".
El nombre del futbolista brasileño ya desde sus inicios ha ido unido al de la polémica. Sus conquistas fuera del terreno de juego en forma de bellas féminas le granjearon la envidia de muchos, y por supuesto portadas en los tabloides de medio planeta. Sin embargo a pesar de ello su vida profesional no se resentía salvo por las desgraciadas y consabidas lesiones que de forma religiosa parecen haber marcado la vida del astro.
Un curriculum vitae envidiable le acompaña. Ha engrosado las filas de algunos de los mejores equipos del planeta: PSV Eindhoven, F.C. Barcelona, Real Madrid, Milán..., cosechando a la par títulos colectivos con sus respectivos clubs y otros tantos de carácter individual. Amén de los pingües beneficios que ha obtenido por las mil y una campañas publicitarias que ha protagonizado a lo largo y ancho de su carrera.
Lo que tendría que haber sido una carrera de éxito se ha visto truncada sin embargo por la lacra de una mancha que difícilmente se borrará del recuerdo de todos nosotros.
Si tuviesemos que elegir dos momentos clave en forma de imagen en la historia del futbolista, además del éxito obtenido con la victoria de la selección brasileña en el Mundial de Fútbol del año 2002, una de ellas sería el gol que el jugador marcó al Compostela durante la única campaña que militó en el Barça y que ha sido catalogada por muchos como a mejor de Ronaldo en su vida profesional. Goles como éste fueron los que le hicieron acreedor de su primer Balón de Oro:
El segundo sería sin lugar a dudas su gol con la camiseta del Inter de Milán frente a la Lazio de Roma en la final de la UEFA de 1998:
Qué duda cabe de que estamos ante un jugador que como otros pocos elegidos llegó a marcar una época por sus características.
Pero Manu´s site se pregunta: ¿qué quedará en el recuerdo del aficionado de a pie el día de mañana?; ¿el jugador valioso que fue para el fútbol, o el personaje esperpéntico fuera de los terrenos de juego?.
El pueblo dictará sentencia, pero sin lugar a dudas la respuesta a dicha pregunta sería una mezcla de ambas ideas. La conciencia de un gran futbolista empañada por sus devaneos personales que truncaron la carrera de un deportista que ya sufrió la desgraciada lacra de las lesiones durante la misma.
En cualquier caso lejos queda el recuerdo de aquel ariete demoledor que fue denominado con justicia por todos como el mejor jugador del Mundo.
El nombre del futbolista brasileño ya desde sus inicios ha ido unido al de la polémica. Sus conquistas fuera del terreno de juego en forma de bellas féminas le granjearon la envidia de muchos, y por supuesto portadas en los tabloides de medio planeta. Sin embargo a pesar de ello su vida profesional no se resentía salvo por las desgraciadas y consabidas lesiones que de forma religiosa parecen haber marcado la vida del astro.
Un curriculum vitae envidiable le acompaña. Ha engrosado las filas de algunos de los mejores equipos del planeta: PSV Eindhoven, F.C. Barcelona, Real Madrid, Milán..., cosechando a la par títulos colectivos con sus respectivos clubs y otros tantos de carácter individual. Amén de los pingües beneficios que ha obtenido por las mil y una campañas publicitarias que ha protagonizado a lo largo y ancho de su carrera.
Lo que tendría que haber sido una carrera de éxito se ha visto truncada sin embargo por la lacra de una mancha que difícilmente se borrará del recuerdo de todos nosotros.
Si tuviesemos que elegir dos momentos clave en forma de imagen en la historia del futbolista, además del éxito obtenido con la victoria de la selección brasileña en el Mundial de Fútbol del año 2002, una de ellas sería el gol que el jugador marcó al Compostela durante la única campaña que militó en el Barça y que ha sido catalogada por muchos como a mejor de Ronaldo en su vida profesional. Goles como éste fueron los que le hicieron acreedor de su primer Balón de Oro:
El segundo sería sin lugar a dudas su gol con la camiseta del Inter de Milán frente a la Lazio de Roma en la final de la UEFA de 1998:
Qué duda cabe de que estamos ante un jugador que como otros pocos elegidos llegó a marcar una época por sus características.
Pero Manu´s site se pregunta: ¿qué quedará en el recuerdo del aficionado de a pie el día de mañana?; ¿el jugador valioso que fue para el fútbol, o el personaje esperpéntico fuera de los terrenos de juego?.
El pueblo dictará sentencia, pero sin lugar a dudas la respuesta a dicha pregunta sería una mezcla de ambas ideas. La conciencia de un gran futbolista empañada por sus devaneos personales que truncaron la carrera de un deportista que ya sufrió la desgraciada lacra de las lesiones durante la misma.
En cualquier caso lejos queda el recuerdo de aquel ariete demoledor que fue denominado con justicia por todos como el mejor jugador del Mundo.
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