miércoles, 17 de diciembre de 2008

¿El capitán abandona el barco?


Ayer el ministro de Economía, Pedro Solbes, sorprendió a propios y a extraños con unas declaraciones en las que insinuaba su más que probable salida del ejecutivo español. Sus afirmaciones han alarmado a la ciudadanía debido a que éste era uno de los responsables del paquete de soluciones para afrontar a nivel nacional la crisis global que el equipo de Zapatero ha creado cual mago de una chistera, alentando las dudas existentes sobre éstas.

El oriundo de Pinoso fue invitado de honor en el foro organizado por Cinco Días; un debate económico con empresarios, economistas y secundados por un grupo de periodistas que no tenía mayor aliciente que cuestiones sobre los hipotéticos pingües beneficios de determinados sectores ante una hipotética recesión de menor calado de la que el propio Banco Mundial ha baticinado al estado español. La mesa de debate siguió el cauce esperado hasta que en un determinado momento, sin que nadie lo vaticinase, Solbes hizo referencia a su condición de padre y ciudadano, en unos términos no menos que curiosos; anunciaba una posible renuncia a su cargo debido a que cree que su família le demanda una atención mayor que la que podía anteriormente, hecho que conllevaría que podría llegar abandonar el Gobierno.

La noticia hizo correr regueros de tinta en las redacciones de los distintos medios de comunicación. La bomba informativa no era el hecho de que un padre renuncie a su cargo por una incompatibilidad entre éste y su família, ya que ello ocurre con mayor asiduidad de la que podríamos llegar a imaginar; la verdadera alarma residía en que podía leerse entre líneas un renuncio por parte del máximo responsable financiero del Estado ante una hipotética falta de competencia de éste para asumir un proyecto ambicioso que debe de sacar de una crisis a todo un país como el nuestro, la octava economía del planeta. El sector inmobiliario, el paro incipiente, los subsidios de dependencia... Pequeños buques económicos que ansían llegar al puerto de Palos y no a una caótica Isla Tortuga.

La reserva federal de los Estados Unidos ha bajado los tipos de interés prácticamente al mínimo, lo que se traduce en que el precio del dólar estadounidense está en un quasi cero. ¿Qué ha sido del máximo exponente del capitalismo global?.

Época de profunda crisis. El paro aumenta hasta límites insospechados. Los precios bajan, sí, pero también los salarios. Y hablando de precios, la calidad de los productos es inferior, creándose un submundo especulador que empieza a preocupar. En plena campaña navideña uno no tiene más que encender la televisión para obtener un mero reflejo de cuales son las tendencias para este periodo en el mundo de la juguetería: los juguetes ya no se asemejan tan evolucionados como antaño; la pretenciosidad ha sido sustituída por el "salir del paso".

La responsabilidad implícita a determinados cargos conlleva en ocasiones una implicación mayor que la de la propia persona. No hablo de ideales, hablo de responsabilidades. Todo el mundo tiene unos quehaceres diarios profesionales que en ocasiones pueden ser incompatibles con la vida personal. Ante debates sobre sesenta y cinco horas semanales versus crisis familiares y personales debates como éstos han saltado a la palestra. Lógicamente que la família está por encima de las perspectivas laborales. Pero por otro lado cabe decir que en ocasiones hay que ser consciente de que unas declaraciones como las del máximo exponente del Ministerio de Economía pueden aportar más sombras que luces en un grave periodo de crisis. Y qué decir de las formas: nada de rodeos ni especulaciones; si uno se va, se va. Y no hay más que hablar. Ya encontrará el Ejecutivo otro capitán que ejerza el necesario patronazgo para alcanzar la tierra. Un barco por cierto, ¿estable o que pende de un hilo?.

Señor Solbes, con sinceridad: ¿estamos ante una Santa María o ante un Titanic?.

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