Quiero compartir una reflexión sobre la existencia con la que cuya autora, Ángela Becerra, pretende arrojar algo de luz a la vivencia del día a día.
"Ir o dejarse llevar"
Cuando vives sin hacerte preguntas, tu vida la conducen las respuestas ajenas. Renuncias a tu propio aire, despliegas tus velas a brisas, ventoleras y huracanes de otros y pierdes tu propio rumbo. Y al final descubres que vas hacia donde ellos te quieren llevar.
Hacerse preguntas sin temer y sin temor es el despegue a la libertad y el gran vuelo del intelecto.
¿Por qué precisamente este hombre o esta mujer?. ¿Por qué llevar este concreto estilo de vida sabiendo que hay otros posibles?. ¿Por qué estas rutinas?. ¿Por qué tantos amigos tan poco amigables?. ¿Y por qué tan poco amigo realmente amigo?. ¿Por qué esta bandera?. ¿Por qué este dios?. ¿Por qué aquel adiós?. ¿Por qué esta lucha?. ¿Por qué tanta ansiedad?. ¿Por qué tanta necesidad?.
Alguna que otra vez, cuando llega la noche y las urgencias oscurecen, no hay nada más enriquecedor que ser espeleólogo de uno mismo: desconectarse de la caja tonta para tratar de iluminar esa maravillosa, profunda y sorprendente caja negra que es nuestro cerebro.
Allí estás, tú esperándote a ti. Frente a frente ante un espejo excepcional, el único capaz de reflejar tu propia imagen en todas sus dimensiones y relieves.
Sólo eres realmente libre cuando has encontrado las respuestas a tus grandes porqués y puedes vivir de forma consecuente con ellos. Porque la libertad es la luz que te permite sentirte y ser tú mismo mientras respetas a los demás.
"Ir o dejarse llevar"
Cuando vives sin hacerte preguntas, tu vida la conducen las respuestas ajenas. Renuncias a tu propio aire, despliegas tus velas a brisas, ventoleras y huracanes de otros y pierdes tu propio rumbo. Y al final descubres que vas hacia donde ellos te quieren llevar.
Hacerse preguntas sin temer y sin temor es el despegue a la libertad y el gran vuelo del intelecto.
¿Por qué precisamente este hombre o esta mujer?. ¿Por qué llevar este concreto estilo de vida sabiendo que hay otros posibles?. ¿Por qué estas rutinas?. ¿Por qué tantos amigos tan poco amigables?. ¿Y por qué tan poco amigo realmente amigo?. ¿Por qué esta bandera?. ¿Por qué este dios?. ¿Por qué aquel adiós?. ¿Por qué esta lucha?. ¿Por qué tanta ansiedad?. ¿Por qué tanta necesidad?.
Alguna que otra vez, cuando llega la noche y las urgencias oscurecen, no hay nada más enriquecedor que ser espeleólogo de uno mismo: desconectarse de la caja tonta para tratar de iluminar esa maravillosa, profunda y sorprendente caja negra que es nuestro cerebro.
Allí estás, tú esperándote a ti. Frente a frente ante un espejo excepcional, el único capaz de reflejar tu propia imagen en todas sus dimensiones y relieves.
Sólo eres realmente libre cuando has encontrado las respuestas a tus grandes porqués y puedes vivir de forma consecuente con ellos. Porque la libertad es la luz que te permite sentirte y ser tú mismo mientras respetas a los demás.
2 comentarios:
En nuestro proceso formativo como personas creo que pasamos por una fase inicial en que seguimos al "rebaño" pero llega un momento que se despierta la conciencia individual y, a partir de entonces, nos posicionamos en el mundo con criterio propio y somos capaces de defender nuestras ideas ante quien sea. La capacidad de pensar, argumentar, analizar es lo que nos convierte en humanos.
Últimamente estoy tan induia que he vuelto a dejarme llevar, y a seguir al rebaño del que Nestor habla...
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