lunes, 4 de junio de 2007

Película de la semana: Bullitt (1968)

Si el género de cine de gángsters tiene su inicio en el legado de directores como Mervyn Le Roy con su Hampa dorada (1930) o Howard Hawks con Scarface, el terror del hampa (1932), deberíamos de acudir a Bullitt (1968) para apreciar los orígenes del thriller de acción. El film fue dirigido por el británico Peter Yates, en aquel entonces un quasi desconocido director cuyo mayor logro comercial hasta entonces había sido la dirección de 7 capítulos en un intérvalo de dos años de la serie El Santo, protagonizada por Roger Moore.

La acción y la intriga son las dos bazas de la obra en todo momento, obra que podríamos situar entre el más puro cine de acción y el cine negro. Bullitt representa la sobriedad y es un claro ejemplo del porqué un film de ritmo pausado no debe de ser por ello una obra aburrida. Un clásico del cine que os recomiendo encarecidamente.

Toda película legendaria tiene una escena que pasa a la historia y Bullitt no iba a ser menos. En este caso dicha escena es una persecución de casi 10 minutos por las calles de San Francisco y las afueras de la ciudad californiana, que también sirve cabe decirlo para lucimiento del binomio Mcqueen-Ford Mustang. El actor rodó integramente la escena él. Tristemente ese espíritu de rodar sin dobles no se prodiga mucho en el cine actual.



Steve Mcqueen (uno de mis actores legendarios favoritos, de largo) se encuentra arropado en el film por secundarios de lujo, tales como Robert Duvall, Jacqueline Bissett, Norman Fell o Robert Vaughn entre otros... Y si al cóctel le añadimos una exquisita banda sonora compuesta y orquestada por el argentino Lalo Schifrin estamos ante una de esas películas que merece la pena ver al menos una vez en la vida.

Valoración: 8

Pros: Steve Mcqueen y el gran elenco de secundarios. La banda sonora y un argumento que engancha al espectador desde el primer momento.

Contras: algunos achacan su falta de ritmo en determinados compases de la película.

Curiosidades: Ganadora la película de 2 oscars y 5 baftas entre otros galardones. Tanto Michael Mann en Heat (1995) como Clint Eastwood en El principiante (1990) tomaron como fuente de inspiración y rindieron homenaje al film respectivamente con una escena final de persecución en un aeropuerto como la que podemos ver en Bullitt. La escena de la persecución en coche dió origen al videojuego Driver (1999).

1 comentario:

El Cinema de Hollywood dijo...

Excepcional película. Un clásico inolvidable de un actor irrepetible.