El cine y el Holocausto

El séptimo arte durante toda su historia ha sido el eco revelador de toda una serie de hechos; el perfecto testigo y narrador de un pasado y en ocasiones un presente que merece y debe de ser recordado para siempre. La relación entre el cine y el Holocausto judío acaecido durante el Tercer Reich y que supuso el asesinato de más de seis millones de judíos, amén del de numerosos gitanos, homosexuales, disminuidos psíquicos y mentales y demás minorías así como contrarios a la política totalitaria del régimen nazi, ha sido muy estrecha y numerosas producciones de diversas nacionalidades han mostrado los horrores de dicha barbarie.

Desde las archiconocidas La lista de Schindler de Steven Spielberg o El pianista de Roman Polanski, hasta las no tan populares Europa Europa de Agnieszka Holland o La zona gris de Tim Blake Nelson, el cine nos ha mostrado con mayor o menor crudeza una etapa que modificó la concepción de la vida para millones de personas y que representó un antes y un después en la sociedad europea; un claro punto de inflexión que cambió la historia para siempre. El séptimo arte ha resultado ser por tanto en este caso un lugar en que la crítica y la más profunda reflexión se han dado cita.

Ernst Hemingway, en su obra Por quien doblan las campanas:

"Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti."