La novela de terror como cualquier género novelístico tiene su historia, y la historia siempre está plagada de nombres. Unos piensan en autores contemporáneos como Stephen King o Clive Barker. Otros se remontan a H.P. Lovecraft. Otros a Edgar Allan Poe.
Poe...
No existiría la novela de terror actual sin tener en cuenta la influencia que este autor nacido en Boston en 1809 y fallecido en Maryland a la edad de cuarenta años. Su escritos han sido el maná durante décadas de la novela simbolista francesa, padre por tanto Arthur Rimbaud y Paul Verlaine, los llamados en su época "los poetas malditos"; ha sido la fuente vital de miles de relatos a lo largo de los últimos siglos.
Sus obras se cuentan a decenas: entre los relatos conocidos por todos como El cuervo, El corazón delator, o sus ensayos Eureka o Marginalia, su estilo es inconfundible; un auténtico maestro de la pluma.
Con una biografía de lo más variopinta su vida estuvo plagada de éxitos y fracasos personales. Su estilo novelista agudo y en ocasiones cruel no gustó a todos. Sus flirteos con el láudano y el alcohol no le granjearon el respeto de sus coetáneos... Militar, novelista, periodista, autodidacta...
Su eco ha llegado a nuestros días y por eso Manu´s site le rinde homenaje en su nueva sección Perfiles.
P.D.: artículo dedicado a una de las lectoras de Manu´s site. Va per tu Nurieta!.
2 comentarios:
Un gran artículo sobre un gran escritor.
En uno de sus cuentos, "Silencio", describe a un hombre:
"Y su frente era ancha y pensativa, y su mirada extraviada por la inquietud; y en las arrugas de sus mejillas leí las fábulas del dolor, y del cansancio, y del disgusto con el Hombre, y de un gran deseo de soledad". Me impresiona tal descripción, que interpreto como una autodescripción de un elegante soberbio. Ahora, pasados los años, la descripción de ese hombre me remite directamente a él...
Me hace feliz haberte conocido, Manu.
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