viernes, 28 de septiembre de 2007

Película de la semana: La Cabina (1972)

El género del corto en España se ha convertido en un auténtico referente a nivel mundial. Pero cabe remontarse a unos años atrás para encontrar a los artífices de ese fenómeno en nuestro país. Los shorts de la década de los 70 han sido y serán maestros en una escuela que genera directores de culto por doquier. Os presento... La Cabina.

El planteamiento inicial del film protagonizado por el gran actor español José Luis López Vázquez y dirigido por Antonio Mercero es bien sencillo: un transehúnte cualquiera entra en una cabina telefónica situada en una plaza cualquiera, en una ciudad sin nombre, en lo que podría ser cualquier país. Parece ser un film cómico, pero en realidad esconde la angustia y el horror más profundo. Muestra de la elocuencia del film fue el reconocimiento que supuso el premio Emmy que ganó al año siguiente.

Un trabajo magnífico que os recomiendo disfrutar sin duda alguna.

Valoración: 8

Pros: la tensión que vive el espectador durante los apenas 35 minutos que dura la grabación. Da la sensación de que es él mismo el que se encuentra encerrado en esa cárcel de meta-cristal.

Contras: quizá el tinte cómico de los quince primeros minutos empaña la más pura intención del guión de aterrorizar al espectador.

Curiosidades: en el año 1998 la entonces compañía de telefonía Retevisión lanzó un spot en el que celebraba la supresión del monopolio de Telefónica. El spot estaba protagonizado por López Vázquez encerrado en una cabina que finalmente se abría. José Luis Garci participó en la redacción del guión junto a Antonio Mercero, conocido por el público en general como el artífice de Farmacia de Guardia. El trasfondo del film era la crítica política contra el régimen franquista del momento. Parece ser que las autoridades no vieron realmente la intención de la obra y ésta se estrenó sin problemas con un gran éxito de público.

1 comentario:

El Cinema de Hollywood dijo...

Hace unos años se produjo el film "Phone Booth", inspirado en parte en la película española.
La diferencia de esta cinta americana es que el que se quedaba dentro de la cabina no estaba encerrado sino que era obligado a permanecer allí por orden de un perverso psicópata. Colin Farrell la protagonizó y Joel Shumacher fue el director.