Buen debut liguero del Barça ante su afición en su estadio con un 3-1 que sin embargo no ha estado desgraciadamente exento de polémica, una polémica que ha empañado el buen juego desplegado por los catalanes durante los noventa minutos del choque ante un Bilbao que ha experimentado, a pesar de que el resultado dice lo contrario, una notable mejoría en su juego en comparación del que exhibió la pasada temporada.
Ronaldinho fue la estrella del choque, y de sus botas nacieron dos de los tres goles blaugrana, dos goles nacidos a consecuencia de jugadas a balón parado en las que el brasileño se ha consagrado mundialmente como un gran especialista. El crack espera que esta temporada sea la mejor de su etapa como azulgrana y de momento no podía comenzar de mejor forma que ilusionando en su propio estadio.
La victoria se vió empañada por el 2-0 que supuestamente nació de un penalti inexistente que transformó Ronaldinho, y de un 3-1, gol fantasma de Yaya Touré que ha resultado ser un auténtico lanzamisiles con su gran potencia de chute para sorpresa agradable de la afición. Sin embargo el juego desplegado, especialmente en la primera parte, sirvió para despejar muchas de las dudas que nacieron a consecuencia del debut liguero frente al Racing en El Sardinero.
El estadio disfrutó de la mejor versión de un Deco renovado tras su pequeña crisis personal nacida a consecuencia de todas las especulaciones sobre su futuro como blaugrana en el pasado periodo de fichajes. Abidal se muestra como un lateral izquierdo emergente, y la electricidad de Messi supone un gran estímulo para este equipo.
El Barça ya es tercero y sigue firme la estela del Real Madrid que de momento tras la segunda jornada es el lider del campeonato.
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